Llegamos el día 5 a las 13:15 como nos había citado la persona de confianza de la propietaria. Una de mis peticiones era que hubiera wifi, y la persona de confianza nos dijo que ella no sabía nada. La propietaria, al ponerme en contacto con ella me dijo que si. A las 0:40 intentamos conectarnos a la wifi y no era posible. Tanteé a la propietaria porque era tarde y después de varias preguntas me dijo que el problema debía de ser de mi teléfono (de Los cuatro que llevábamos). Al final nos dijo que el router lo tiene en el apartamento de al lado que tenía alquilado también y que no iba a llamar a esas horas al otro inquilino para preguntar. Nos escribió un whatsapp diciendo que a partir de las 10 de la mañana del día siguiente, 6 de agosto, llamaría a los otros inquilinos. Al día siguiente si teníamos wifi, que no llega a todo el apartamento y le estoy pidiendo a la propietaria que me resarza por haberme vendido un servicio que no pude usar. Para mi trabajo es imprescindible ya que el día 6 es el último día para transmitir facturas a Hacienda y yo quería haberlo hecho cuando llegue al apartamento pero fue imposible que esta señora me lo solucionara. Como se enfadó mucho, me mando varios audios gritándome, que luego borró y como prueba tengo toda la conversación de whatsapp guardada.
El apartamento no está mal, aunque la habitación con dos camas pintada en morado es demasiado calurosa y con un ventilador de techo muy ruidoso. El aire acondicionado del salón no llega a esa habitación, el horno estaba roto y no pudimos usarlo, esta información me la dio el día 5 la propietaria. La cocina está con muebles nuevos y pintada nueva pero huele mucho a humedad. Pese a estas pegas el apartamento esta bien localizado y situado para lo que yo necesitaba, pero con la misma propietaria no alquilaré nunca otra casa. Gracias.